Hoy la culpa la tienen Google y Microsoft
Tanto Google como Microsoft han reportado resultados por debajo de lo que el mercado esperaba.
Respecto a Google, el mercado esperaba una ganancia por acción de USD 10.63 siendo la verdadera ganancia reportada de USD 9.03 o sea, un 15% menor a lo esperado. Pérdidas referidas a Motorola que incluyeron cargos por despidos de 2.800 empleados de la unidad explican en parte la diferencia.
Respecto a Microsoft, la compañía reportó USD 0.53 por acción siendo que los analistas en promedio esperaban una ganancia de USD 0.56 por acción. Durante el mismo período el año anterior Microsoft había reportado una ganancia por acción de USD 0.68. Una de las razones que explican estos menores resultados parecería ser explicada por una merma de ventas ante clientes que prefieren esperar el lanzamiento de Windows 8.
En un tercer orden de cosas, no parecerían vislumbrarse novedades de relevancia en el segundo día de la cumbre de líderes europeos lo cual era razonablemente esperable: el anuncio relevante vino el 6 de septiembre cuando el BCE anunció el programa condicional de intervención y a partir de ahí el mercado se sentó a esperar novedades sobre la efectiva implementación del programa cosa que sigue sin ocurrir.
En un rato se vienen “Existing Home Sales” en USA (venta de viviendas preexistentes). Recordemos que en general, el mercado de viviendas recientemente ha mostrado una razonable mejoría y probablemente los bulls intradiarios intenten usar un buen dato para ir a buscar algunos basis positivos.
Como vinimos indicando en los últimos días, después de tanto rally y tanta buena noticia descontada los mercados se encuentran con una temporada de reporte de resultados que lejos está de ser espectacular, nada trágico obviamente pero se condice con un mercado que si bien está tranquilo en los niveles actuales de precios no encuentra un driver contundente que le permita ir a buscar nuevos máximos y probablemente ese siga siendo el caso por el resto del año. Rangos angostos de trading parecería ser el patrón que se ha instaurado recientemente quizá con un leve sesgo negativo.
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