Cuando lo político domina a lo económino
Queda bastante claro que este 2012 que ya se está yendo ha sido un año carente de fundamentos de relevancia y totalmente dominado por paquetes de salvatajes o intervenciones monetarias históricas de alto contenido político.
Este 2012 está reflejando que aunque la crisis parecería haber alcanzado niveles más controlables de volatilidad su esencia fiscal sigue absolutamente en estado de irresolución. Tanto Estados Unidos como Europa denotan economías de baja capacidad de crecimiento futuro, con un altísimo nivel de endeudamiento soberano y con déficits fiscales similares a los que en los “80” tenían las economías emergentes.
Y así llegamos al último día del año con los americanos todavía discutiendo el tema del “cliff” como si aun con un acuerdo algo de sustancia cambiase. Esta discusión es absolutamente marginal y nadie está haciendo nada de relevancia para comenzar a sacar a Estados Unidos de un sendero fiscal inestable tal como tantas veces anticipó el brillante Ben Bernanke.
Los casi seis años de crisis se han “pintado de rosa” vía emisiones monetarias en todo el mundo cosa que vía reflación calmó a los mercados y hasta los hizo subir estrepitosamente. Pero, basta con mirar fino para darse cuenta que las verdaderas raíces del origen de la crisis siguen casi inamovibles y presa de un juego político casi permanente que se niega a reconocer frente a sus respectivas ciudadanías que ni USA ni Europa son lo que eran dos décadas atrás.
Estamos en presencia de mega-estados, ineficientes y cuyo principal objetivo es la perduración de una clase política que nunca estuvo a la altura de esta crisis y cuyo principal objetivo es simplemente aparentar ser necesarios.
Con acuerdo o sin acuerdo no me gusta como comienza el 2013. Insisto con algo que ya comenté anteriormente: ¿dónde está la próxima gran historieta que puede propulsar a estos mercados a nuevos máximos?
Ha sido un honor escribir este año para ustedes.
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