Diario - 03/01/2013

Boom para arriba!!!! pero OJO con el debt-ceiling de febrero

Es muy cómico ver cómo en una economía global llena de quebrados pasamos de una crisis fiscal a la que sigue y probablemente ésta sea la imagen que veremos por muchos años más. Los fiscos de Europa y Estados Unidos han tenido que hacerse cargo de gran parte de la crisis por lo que la misma mutó del sector privado al público. Es muy cómico ver cómo salimos de un parche fiscal para ya preocuparnos en el que sigue. Y lo que se festejó ayer es otro parche más y ya no recuerdo cuántos ví desde el inicio de esta bendita crisis. (Finance in Five 38: Un 2013 con una pesada carga fiscal).

Nos pasamos todo el 2012 especulando en cómo Europa articularía una política fiscal coherente y estable que compatibilizase simultáneamente una baja de endeudamiento y un mayor ordenamiento fiscal sin dañar las capacidades de crecimiento futuro. Y aquí estamos hoy, yo por lo menos no veo nada de todo eso en Europa, insisto tengo la sensación de que Europa sigue sin resolver nada relevante aunque los mercados quieran jugar a otra cosa. Que los bancos europeos estén comprados hasta el cuello deuda PIIGS sin dudas ayudó a la generación de historietas “pro-Europa-todo-OK-miremos-otra-cosa”. Bastó con que el BCE amagase con intervenir para que todas las yields comprometidas colapsasen con algunos ejemplos notables como la baja de 2.000 puntos básicos en la 10yr. yield de Grecia de máximo a mínimo. Pero lo cierto es que Europa sigue sin resolver su crisis fiscal.

Lo que el mercado festejó ayer con un formidable rally global y con todo subiendo entre 2 y 4% no es más que una mínima parte del problema y es lo mismo que hizo Europa pero del otro lado del Atlántico. Para ser claro: el problema fiscal de Estados Unidos tiene tres partes: a) impuestos, b) reducción de gastos, c) incremento del límite de deuda que actualmente asciende a 16.4 Trillones de Dólares.

El tan celebrado acuerdo entre Demócratas y Republicanos sólo se refirió a medidas de relativa relevancia en torno a cambios en impuestos pero no dice nada sobre reducción de gastos y mucho menos sobre incrementos en el techo de deuda. Recordemos que la última vez que se discutió el tema del techo de deuda (debt-ceiling) el SPY colapsó en 2011 a niveles de 107.80 generando un pánico global.

Por eso y más allá de la euforia que observamos ayer, el 2013 será un año de desafíos fiscales tanto para Europa como Estados Unidos. En especial, el primer trimestre del 2013 verá discusiones probablemente muy duras entre Republicanos y Demócratas sobre reducciones de gastos e incrementos en límites de deuda.

Obviamente que es absolutamente ridículo pensar que USA defaulteará porque el Congreso no incremente los límites de deuda. Pero también es cierto que a los mercados les encanta especular, asustarse, “desasustarse”, festejar y subir de nuevo y no me espero otra cosa que esa misma dinámica para el primer trimestre del 2013. El año ha comenzado extremadamente optimista pero insisto todos los años son muy largos y sólo vimos el primer día hábil del 2013. Todo es una absurda e interminable mentira y el trabajo de un asset manager es simplemente intentar adivinar el signo de la próxima historieta.

La clase política del G2 se niega a sumir los costos que implique un sinceramiento del lamentable estado en el que se encuentran sus respectivas cuentas fiscales. Como lo dijo brillantemente Bernanke: la política monetaria ayuda y mucho pero en el largo plazo es ineficaz para luchar contra el abismo fascal en el que se encuentra Estados Unidos.

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