Diario - 08/01/2013

¿Será la crisis fiscal en USA un catalizador del 2013?

Como ha dicho Ben Bernanke repetidamente: si Estados Unidos no encausa su economía en un sendero fiscal estable a largo plazo, la política monetaria será absolutamente ineficaz. El problema es que si “lo fiscal” no se controla, puede deshacer todo lo hecho a nivel monetario desde el 2007, lo cual no es un detalle trivial. Y como comenté en un tweet de la semana anterior: “tengo la sensación de que el mercado está subestimando las complejidades fiscales del 2013: lo monetario ayuda mucho pero ciertamente no es lo único.”

Recordemos que a pesar del formidable rally con el que comenzó el 2013, el primer trimestre de este año estará muy dominado por eternas idas y vueltas referidas a dos de los tres aspectos que definen al “precipicio fiscal de Estados Unidos”. Si bien lo impositivo en el corto plazo quedó atrás, se vienen eternas discusiones entre Demócratas y Republicanos referidas a dos aspectos: a) reducción de gastos, b) ojo, la extensión al límite de deuda que actualmente ya alcanza la estrepitosa suma de 16.4 Trillones de Dólares.

Queda bastante claro que Europa y Estados Unidos transitan una severa crisis fiscal. Insisto, incluyo a Europa porque a pesar de que desde septiembre del 2012 las curvas soberanas PIIGS han tenido un formidable rally, los viejos problemas de siempre siguen intactos. Ni la clase política de Europa ni la de Estados Unidos quiere sincerar la raíz fiscal de la crisis por la sencilla razón de que ese sinceramiento para con sus respectivos electorados generaría un brutal y probablemente no recuperable costo político. Y si quedan dudas, recuerden por citar sólo un ejemplo lo que le ocurrió al Presidente Sarkozy en Francia.

Me resulta difícil a esta altura de mi vida intentar comprender y dimensionar la verdadera utilidad de una clase política que parecería no tener fronteras y compartir casi el mismo “ADN” no importa a qué región nos refiramos. Vivimos en un entorno dominado por políticos que no hacen otra cosa que justificar su cuestionable existencia a través de riñas irrelevantes como ha sido el caso por ejemplo en los últimos días de diciembre en USA. Nada de lo que discutieron Demócratas y Republicanos cambia el sendero de largo plazo en los más mínimo y ¿saben por qué? Muy sencillo: porque no parecería haber un sólo político en USA que quiera cambiar el status-quo.

La cruel verdad de todo esto es que vivimos en tiempos de Estados que no paran de crecer, que no paran de gastar, que no paran de subir impuestos y que cada vez convencen menos respecto a lo que debe ser el fin último de un gobierno: mejorarle la vida a sus respectivos ciudadanos. Gastos enormes, subas de impuestos todo el tiempo, niveles de endeudamientos impensados décadas atrás y una política monetaria amortiguadora y muy cómplice empiezan a ser la herencia de la crisis del 2007.

Es cierto que esta crisis ha demostrado que no sirve pensar ni en forma fundamental ni a mediano plazo. Pero dado que el año recién comienza y será muy largo me permito dejarlos con esta pregunta: ¿se animará el mercado alguna vez a refocalizarse en las cuestiones fiscales de fondo y en los costos enormes que han tenido que asumir los soberanos del G3 para intentar estabilizar esta crisis? ¿Se animará al menos el primer trimestre del 2013 a especular sobre estos aspectos?

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