Diario - 04/02/2013

BUUUUUUUUUUUULLISH!!!!!!

Probablemente sea ésta la mejor palabra con la que podamos definir a dinámica que están exhibiendo todos los mercados de riesgo global desde noviembre del 2012 y en particular desde el frenéticamente inicio del 2013.

Parecería que los bulls (optimistas), a pesar del muy buen 2012 se quedaron con ganas de seguir vapuleando a los bears (pesimistas) y con la Reserva Federal, el Banco Central de Japón y el Banco Central de China llenando de dinero papel el planeta es como que los bears están jugando un partido en clarísima desventaja.

Este experimento monetario de final abierto por el momento es totalmente aceptado por un mercado que al igual que el 2006 no quiere preocuparse por ninguno de los severos problemas no resueltos todavía de esta crisis.

Sin dudas, lo monetario se ha convertido en un síndrome con sensación de fundamental al punto tal que los precios de los activos financieros se han divorciado por completo de la recesión europea y su crisis de deuda, de la propia crisis fiscal en USA y de la deflación eterna de Japón. Y así estamos hoy con muchos reconociendo que esto está caro pero al mismo tiempo aceptando el aparente consenso de que seguirá subiendo. Esta última oración refleja la esencia misma de una burbuja: los agentes siguen comprando simplemente por la expectativa de subas permanentes de precios sin mirar fundamentos.

Hablar del largo plazo en este contexto no sirve de nada pero me permito dedicar un párrafo al mismo: ¿con este experimento de tanto QE dando vuelvas, no estaremos comprometiendo el equilibrio de largo plazo con estos rallies de corto? Y con todo el respeto y admiración que le tengo a Ben Bernanke, en el contexto actual y con las claras y enormes distorsiones que genera: ¿tiene sentido seguir inyectando 85.000 Millones de Dólares por mes vía QEIII?

Sin dudas y pesar de que esta dominancia bullís (optimista) se mantenga por un tiempo más, a los niveles actuales y con el estado de sobrecompra general que exhibe el mercado el riesgo a la baja supera en creces al de suba. Por ejemplo, para expiraciones a junio del 2013 las volatilidades implícitas de calls at-the-money están alrededor del 11.50% en el SPY vs 15% para puts, lo cual denota que en el margen está habiendo compradores de protección.

No hay mucho más, el mercado complacientemente es esclavo de un formidable exceso de monetización que vía ilusión monetaria no para de reflactar cualquier cosa que no sea el Dólar. En este contexto me sorprende que el oro haya operado tan tranquilo recientemente.

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