Diario - 26/03/2013

El acuerdo en Chipre es irrelevante: el daño a la confianza está hecho y es irreversible

Repito textualmente algo que escribí ayer: ”Pero…..¿a pesar del acuerdo en Chipre, qué asegura que los depositantes que safaron de la confiscación no vayan a salir corriendo del sistema financiero cuando los dejen? Con acuerdo o sin acuerdo, el daño en confianza está hecho y es irreversible.” Olfato de Argentino: tengo la preocupante sensación de que Chipre debe ser un “hervidero” y que nadie quiere reconocerlo.

Como twitié ayer: “A ver si entiendo bien: en Europa están pensando en “bail-in” en vez de “bail-out”. OK, tendremos entonces QEIII hasta el 2099.”

Los mercados se han acostumbrado a un permanente desacierto europeo y su correspondiente neutralización desde la Reserva Federal de Ben Bernanke. Detrás de los variados e imaginativos desatinos europeos, observamos a Bernanke intentando permanentemente reflactar a la economía mundial comprendiendo que anclar expectativas en este contexto es crucial a pesar de los inevitables males que esta política genera y generará: emitir hasta Júpiter no va a ser gratis pero quizá haya sido la única chance. En este contexto comparto tres preguntas que me suelo hacer con frecuencia:

a) si Bernanke hubiese seguido el mismo sendero de política monetaria del BCE, ¿dónde estarían hoy los activos de riesgo y la economía real?

b) si el mundo entero hubiese aplicado la receta monetaria europea, ¿qué tan diferente sería la actualidad a la de 1930?

c) ¿qué tan doloroso será para Europa un cambio en el ciclo de tasas de la Fed?

Bernanke comprende perfectamente que estos no son tiempos para discutir sobre optimalidades, estos son tiempos de suma urgencia en donde el hacedor de política está eligiendo la menos peor de las medidas siendo todas en esencia malas y en medio de esto otra vez más una obra de arte del horror: “experimento financiero en Chipre”……brillante.

Bernanke siempre ha necesitado de un socio monetario en Europa y al no aparecer sigue obligado a actuar sólo protegiendo a la economía norteamericana no sólo de sus propios problemas que son muchos, sino además de las incoherencias monetarias y fiscales europeas.

Lo paradójico es que vía QEIII, estos dólares entre otras cosas terminaron comprando deuda PIIGS y por lo tanto deprimiendo sus respectivas curvas de yields, siéndole totalmente funcional a la inacción europea. La agresividad monetaria que el mercado le vino pidiendo al BCE culminó nuevamente siendo activada desde la Fed de Bernanke.

No es la primera vez que esto ocurre, ya en la segunda mitad del 2010 con su QEII la Fed salvó a Europa y tranquilizó las curvas de bonos soberanos PIIGS después del histórico Flash-Crash del 6 de mayo. No es casual también que el colapso de los mercados en el 2011 coincidió con el fin de QEII de ahí me imagino por qué a QEIII la hicieron nacer open-ended (con final abierto).

El incomprensible y por momentos sorprendente manejo de la política monetaria en Europa no se nota tanto sólo porque hay un Bernanke del otro lado del Atlántico. Muchos se preguntan por qué Bernanke sigue siendo tan agresivo. En la mente de la Fed está probablemente la carga recesiva que hereda de Europa, un bloque que en medio de su crisis de deuda se animó a iniciar un históricamente incomprensible ciclo de suba de tasas en medio de la peor crisis desde el nacimiento del Euro y hoy en día incluso, amenazó con instaurar un auto-corralito en Chipre.

Con QEIII Bernanke entre otras cosas probablemente está intentando neutralizar los horrores monetarios y fiscales de la Zona Euro siendo Chipre la más reciente frutilla del postre. Bernanke sigue anticipando los impactos de una política monetaria europea absolutamente inconsistente y fuera de moda. Mientras Europa decide estilo 1920, Bernanke sigue reescribiendo la forma de hacer política monetaria luchándole sólo a la peor crisis financiera que ha vivido la humanidad. Sería bueno que los hacedores de política monetaria y fiscal en Europa lean lo que Robert Lucas nos viene enseñando desde hace décadas en el manejo de expectativas en especial el equipo que tuvo a a cargo “instrumentar el tema Chipre”. Con deal o sin deal, lo de Chipre es un fiasco que denota la enorme improvisación con lo que se siguen discutiendo temas de tan largo plazo.

La razón por la cual Europa sigue pagando muy baratos sus desaciertos es porque la Fed de Bernanke continúa neutralizando su inentendible inconsistencia. Europa sigue obstinada en implementar un plan fiscal ortodoxo que será en el mejor de los casos lento y recesivo tal como lo vienen mostrando consistentemente los indicadores macroeconómicos, sabiendo que por cada uno de sus errores tiene por suerte un acierto forzado desde la Fed en mercados cómplices a este accionar y llenos de ilusión monetaria.

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