Diario - 24/04/2013

Yields bajando, acciones subiendo: un mundo en el que el crecimiento no sobra

No es novedad observar que tanto los datos macroeconómicos de Estados Unidos como China han mostrado cierta desaceleración. Nada alarmante ni mucho menos, simplemente una adecuación un poco más razonable relativo a cómo había comenzado el 2013 que puso rápidamente a la 10yr. yield por sobre 2%. Lejos están ya esos días, el mercado volvió a descontar un escenario en donde la economía global en especial, la americana se mantiene en un claro pero al mismo tiempo lento sendero de recuperación. Quizá en este contexto uno lo comprende más a un Ben Bernanke que a pesar de los idas y vueltas de la 10yr. yield se mantiene inamoviblemente laxo a nivel monetario (dovish).

En este escenario parecerían converger dos mercados. El mercado de bonos ya puso nuevamente a la 10yr. en niveles de 1.65% a sólo 26 puntos básicos de su mínimo histórico lo cual refleja el descuento de un renovado escenario de poco crecimiento y por lo tanto una Reserva Federal en estancia acomodativa por mucho tiempo más. Esa es la razón por la cual el mercado de bonos y el de acciones están subiendo juntos: la desaceleración asegura un entorno de liquidez infinita y en ese sentido las acciones operan como receptoras de ese exceso de liquidez alimentando subas adicionales. Todo esto en criollo: reflación.

En este entorno de debilidad económica “no trágica” y reconociendo mi ignorancia en el mercado del oro, parecería que el entorno sigue siéndole propicio. En general al oro le va bien en escenarios de tasas bajas y excesos de liquidez y ese precisamente seguirá siendo el escenario internacional por un prolongado tiempo. ¿Cuál es entonces el riesgo de este escenario? El oro viene subiendo casi si freno desde el 2000 y por ahí hay una mano negra que decidió tomar ganancias y por lo tanto y a pesar de un entorno favorable expone al oro a aspectos de posicionamiento técnico que superan la visión macro-fundamental.

Esta renovada percepción de bajo crecimiento global no le ha sido inmune a los commodities y monedas. De hecho, los commodities han tenido una clara underperformance relativo a acciones desde hace meses señalizando quizá de antemano lo que los mercados de yields terminaron descontando en estas últimas semanas. Por ejemplo, el Dólar Australiano, una commodity-currency cuya economía está tan ligada al ritmo de China ha tenido una clara depreciación ubicándolo en 1.0250 y reflejando esta renovada percepción de desaceleración global.

Y finalmente el Euro. En este contexto de renovada presión descendente de yields en USA ha tenido un mini-rally de 1.2750 pre-última conferencia de prensa de Mario Draghi intentando acercarse a los 32 pero sin fundamentos sólidos que los sostengan. Si con esta renovada baja de yields el Euro no puede hacer más que esto, dicha circunstancia refleja un mercado que claramente es consciente de que no sólo los datos macroeconómicos de España y Grecia siguen deteriorándose sino que además, el “jefe” de todos, Alemania también muestra ciertos signos de debilidad un PMI (índice industrial) reportado ayer de 48.8 versus 50.6 del mes anterior. Recordemos que cuando estos índices son inferiores a 50 indican contracción de actividad razón por la cual el Euro volvió a quebrar 1.30 hacia el sur.

Será interesante observar si el Euro anticipa cierta acción del BCE en este sentido aunque ya sabemos que a la hora de ser laxo siempre ha decepcionado. Insisto, el escenario macro-fundamental y a pesar de la renovada debilidad económica en USA apunta a una sola dirección para el Euro.

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