Diario - 19/05/2013

Desafiando a Newton: ¿Podrá UN CEDIN valer más que UN Dólar Billete?

Insisto con la interesantísima charla que días atrás tuve con mis amigos Fabián y Adolfo. Este artículo que será breve probablemente sea además el más inexacto de todos los que he estado escribiendo recientemente en torno a los certificados y bonos que surjan del blanqueo (y todos han tenido una cuota de error). Pero a riesgo de estar equivocado creo que vale la pena intentar adelantarse y hasta abrir un mini-debate al respecto.

Mucho se ha escuchado en estos días sobre cómo sería la paridad del CEDIN contra el Dólar Billete y he escuchado que el CEDIN debería cotizar bajo de la par o sea, por un Dólar te pedirían más CEDINES para darte un inmueble a cambio. Bien, comencemos a hipotetizar al respecto.

Supongamos que tenemos a la persona que deposita los primeros 100 Dólares Físicos en un banco y contra ellos se lleva 100 CEDINES. Llamémoslo “X”.

Supongamos además que X decide comprarse un departamento cuyo precio es 100 Dólares. En ese momento se encuentra con “Y”, el vendedor del departamento. Supongamos que Y le dice:

“Mirá flaco, vos blanqueaste estos Dólares y te llevaste por cada Dólar blanqueado UN CEDIN sin ningún tipo de descuento. Por lo tanto, yo vendedor, te voy a afeitar “un cacho” de lo que no pagaste en concepto de impuestos, punto y aparte”.

X lo mira atentamente y todavía no le contesta. La razón es que X observa que Y es un tanto bravucón, y en trading a los bravucones hay que dejarlos hablar hasta que se desinflen y revelen todo lo que tienen adentro. Además, todavía Y no dijo cuántos CEDINES quiere por 1 Dólar equivalente. Supongamos entonces que, envalentonado Y le dice:

“Acá no hay deal si no me das 130 CEDINES por mi propiedad valuada en 100 Dólares. La diferencia entre otras cosas es, comenta Y, el impuesto a las ganancias que no pagaste”.

Recuerden una cosa que es sumamente significativa: X todavía no abrió la boca, escucha a un envalentonado “Y” bravuqueando en voz alta y espera agazapado hacer una contraoferta. Bien, ahora empieza la negociación de verdad. X comenta:

“¿Terminaste ya?”

Y le dice:

“SI!!!”

Y ahí se viene el retruco de X:

“OK flaco, te entendí el tema de los impuestos y el hecho de que me querés hacer cotizar mis CEDINES que tanto esfuerzo me han costado DEBAJO DE LA PAR. Si entiendo bien, me estás afeitando nada más y nada menos que un 30%”.

Sigue X:

“Comencemos con la dinámica que ha tenido el mercado inmobiliario recientemente. El mismo ha tenido una clara desaceleración y estos CEDINES precisamente intentan reactivar a este mercado o sea, vos me necesitás a mí sino estás en el horno mal”. Por lo tanto ya tenés una en contra: no parecerían sobrarte compradores y yo “X” quizá sea el único que tenés”.

Ahora, el que saca pecho es X y sigue:

“Además de tener poca demanda, convengamos que a vos “Y” te gustan los Dólares billete. Estos Dólares billete no están por ningún lado, la oferta de Dólar billete se ha reducido estrepitosamente por lo que, si no entiendo mal, yo soy tu única chance en dos dimensiones: a) soy tu comprador, b) mis CEDINES son lo más parecido a Dólar billete que vas a ver por mucho tiempo, mi CEDIN es un sintético de Dólar billete”.

Entonces, con un golpe de knock-out X cierra la charla:

“A mí me parece que el poder de negociación lo tengo yo, comprador, y no vos, vendedor. Dado que mis CEDINES son los únicos Dólares que tenés y dado que sino le vas a vender el departamento a Montoto (si es que Montoto tiene Dólares) yo no te largo los CEDINES si no me aceptas 80 CEDINES por los 100 Dólares que vale tu departamento”.

X cierra así:

¿Hay mercado, sí o no?

Insisto, simplemente para imaginar cómo sería la dinámica del mercado primario de CEDINES, en especial los primeros días hasta que se llegue a un equilibrio……veremos.

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