Diario - 01/05/2013

Diferenciales de tasas de interés y la eterna siesta del Euro

Desde hace años el Euro enfrenta una pregunta permanente: ¿por qué con tantos problemas evidentes que enfrenta Europa el Euro no colapsa? Obviamente que hay muchísimos Dólares en el mundo que Euros y cada vez que el BCE emitió lo hizo a diferencia de Bernanke, en forma esterilizada. El BCE es el gran free-rider de esta crisis: safó gracias a todos los QEs de USA, Inglaterra, Japón y el resto.

Hubo analistas incluso que durante esta crisis pronosticaban un Euro en paridad contra el Dólar, resultado que no ocurrió (¿todavía?). Es cierto que el Euro de máximos que arañaron los 1.60s contra el Dólar a fines del 2008, está operando actualmente en niveles cercanos a 1,30, pero aun así probablemente haya más por verse en la depreciación del Euro para el 2013 por razones estrictamente monetarias.

La respuesta radica en la enorme importancia que tiene la diferencia en el ciclo de la política monetaria de bancos centrales. Mientras la Fed sigue embarcada en un agresivo ciclo de baja de tasas ubicando su tasa de referencia en 0% desde fines del 2008 y TRES QEs!, Europa durante el 2011 incomprensiblemente decidió entrar en un nuevo ciclo de suba llevando su tasa de referencia a un máximo de 1.50% teniendo en la actualidad un nivel de 0.75%. Probablemente haya sido ese diferencial de tasas a favor del Euro el que mantuvo un piso para la moneda aun cuando su economía esté sintiendo ampliamente el impacto.

Es importante comprender por qué el diferencial de tasas de interés es tan relevante en definir el nivel del tipo de cambio de una moneda y para eso es crucial recordar que en el mercado de monedas todo es relativo. Las tasas de interés definen entre otras cosas el rendimiento de depósitos denominados en cada moneda por lo tanto un país que paga mayor tasa y por lo tanto ofrece mayor rendimiento (Europa) genera una mayor demanda de la moneda de denominación (el Euro) vs. aquellos países que pagan menos tasa, en este caso Estados Unidos y su Dólar.

El Banco Central Europeo cada vez tiene más presión para al menos, bajar su tasa de referencia frente a un Estados Unidos y Japón en pleno QE y a tasa cero. Su macroeconomía se lo está pidiendo a gritos. Cuando el nivel de la tasa de interés se ubica por sobre lo que una economía puede tolerar, las consecuencias si bien no son inmediatas suelen ser recesivas y los resultados están a la vista: el desempleo de la Zona Euro promedio se acerca al 12%, España y Grecia lo tienen en 27% y ahora el PMI de Alemania marca contracción en la economía más pujante de Europa.

Hay que convenir que con excepción de Alemania, un Euro cercano a 1 tiene muchísimo más sentido y oxigenaría a un bloque con altísimo desempleo y sustancial endeudamiento. De esta forma la misma macroeconomía de la Zona Euro le está pidiendo a gritos al Banco Central Europeo un cambio de ciclo monetario, y si eso ocurre el Euro tendrá razones meramente monetarias para depreciarse mucho más contra el Dólar.

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