Diario - 05/06/2013

¿Cuánto más podrá durar la magia de Bernanke?

Quizá los últimos dichos de Bernanke lo describen como que percibe que QEIII a esta altura del juego puede generar más mal que bien. También sabe que una salida abrupta de QEIII seguramente generará una enorme corrección en el S&P con todo el efecto riqueza negativo que vendrá en consecuencia. Por lo tanto debería estar en la mente de la Fed “desatraparse” de este equilibrio que permanentemente le amaga con venderse si es que QEIII desaparece del mapa. También es cierto que este mercado alguna vez deberá comprender que no se puede vivir con QEs eternos, esto al fin de cuentas sigue siendo una economía capitalista y perder a veces forma parte del deal aun cuando Bernanke con la noción de su Put Gratis nos haya acostumbrado a pensar en la inexistencia de cisnes negros.

Lo que me preocupa es que si un banco central juega siempre la misma carta, puede terminar por perder su arma más contundente, la sorpresa y si la sorpresa se diluye, se pierde entonces el control nominal de expectativas vía ilusión monetaria. Y aquí estamos hoy, sabiendo que aun en pleno QEIII la economía real está saliendo muy lentamente frente a un mercado de activos financieros en aceleración máxima es como que ambos juegan partidos aparte. Hace meses ya que los mercados de commodities comenzaron a enviar señales de que algo debería cambiar, la implosión del oro es probablemente el ejemplo más elocuente aunque no haya sido el único. ¿Comenzarán ahora las yields también a amenazar con algún tipo de implosión en el mercado de renta fija? Convengamos que si hay una burbuja probablemente la misma esté en el mercado de bonos.

Aunque parezca mentira, esta crisis ya lleva seis años desde su inicio cuando alguna vez por junio del 2007 nos enteramos que había un mercado de viviendas que había burbujeado más de la cuenta y comenzaba a implosionar. El mismo Ben Bernanke allá por el 2006 negaba la posibilidad de una implosión en el mercado de viviendas. Lo cierto es que esta crisis sorprendió a todos por su magnitud y por su aceleración culminando catastróficamente en Septiembre 08 cuando quiebra Lehman.

La crisis que nació en USA en el 2007 es la misma que hoy padece España por ejemplo. El mundo y los bancos centrales lo único que han hecho es intentar pasarle el problema a otro, pero el problema sigue existiendo y la principal estrategia es licuarlo lentamente como si acá no hubiera pasado nada. Lo que originalmente era un sistema financiero americano al borde del colapso, es actualmente un grupo de soberanos europeos al borde del mismo colapso aun cuando las curvas sobernas de Europa no hayan parado de ralear desde junio del año anterior fruto de la misma reflación que llevó al S&P a nuevos máximos históricos.

Esta crisis es tan grande que tengo la sensación que ningún político del G10 se anima a mirar a su ciudadanía y decirles: “estamos muchísimo más en el horno de lo que ustedes creen”. Y en este entorno de no querer ver la gravedad del problema tuvimos a los brillantes manejos iniciales de la Reserva Federal que al distorsionar históricamente el mercado de tasas, distorsionó de hecho a todos los mercados del mundo sin una sola excepción. Ahí está quizá la gran efectividad de la política monetaria: con distorsionar un sólo precio, la tasa de interés, se puede de hecho distorsionar al precio de todos los activos del mundo dado que todos de una forma u otra se valúan con valores presentes.

En ese entorno se pusieron muy de moda los famosos QEs de Bernanke y al inicio de estas rondas de estímulo monetario hasta se creía que podían estimular la economía real cosa que ocurrió pero muy lentamente. Es cierto que desde su máximo de 10.20% la tasa de desempleo en USA se ubica hoy en 7.50% por lo que hubo innegablemente un progreso, el problema es qué se está hipotecando a futuro contra dicha mejora.

Lo cierto es que tanto QEI como QEII como QEIII fueron extremadamente eficientes en inflacionar todo mercado de activos financieros que se haya podido tradear pero han sido mucho más lentas y menos eficaces respecto a los impactos a nivel macro. Recuerden que Japón fue el primero en implementar QE y tampoco funcionó y ahora Japón va por más y a Kuroda el mercado de yields lo tiene contra las cuerdas. Sin dudas todos los QEs realizados por USA, Inglaterra y Japón han sido muy efectivas en monetizar expectativas, en poner a un mercado en grado de optimismo nominal enorme y muy divorciado de la realidad que vive la economía real.

Pero también es cierto que a una crisis de esta envergadura no se la puede manejar solamente vía expectativas: algún shock real de importancia debe necesariamente implementarse con todos los enormes costos políticos que ello implique, y es ahí en donde Estados Unidos sigue en déficit histórico. Las principales razones que nos condujeron a esta crisis siguen intactas en su esencia más básica.

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