Diario - 13/06/2013

¿Un doloroso camino hacia un cambio de paradigma?

La pregunta del millón es quién pica en punta esta vez: ¿será Bernanke quien vuelva a correr al mercado de bonos o esta vez los shorts de yields le ganarán la pulseada?

El gran desafío que ya tiene la Fed es desacelerar a un mercado que no para de subir desde hace un año para evitar una implosión futura que si llegase a ocurrir tendría consecuencias brutales. Quizá el fin del bull market en bonos y en oro, coincida con una Fed preocupada gradualmente en desactivar algo que le fue muy útil para estabilizar el 2009 pero que paradójicamente puede poner en peligro el futuro cercano.

Quizá se esté escribiendo otro capítulo histórico en la ejecución de política monetaria heterodoxa referido al desarme gradual de tanto estímulo dando vueltas por el planeta. Si verdaderamente comenzamos a transitar dicho escenario, esto va a doler y mucho y probablemente los que pasaron mayo posicionados en bonos con duration mayor a cinco años me entiendan.

Probablemente está en el radar de la Fed una economía que viene reaccionando muy lentamente frente a un vigoroso mercado de activos financieros que no hace otra cosa que reflacionar a velocidad que ya preocupa a muchos. Cualquier decisión de un banquero central tendrá impactos meses después de habérsela implementado por lo que de una forma u otra el banquero central enfrenta incertidumbre en cuanto al tiempo, magnitud y hasta dirección de sus decisiones. Este artículo se motiva en un interrogante que actualmente está tiñendo de volatilidad al mercado:

¿Podemos pasar de una reflación estable a otra inestable?

Lo interesante de esto es que aun si ya estamos en burbuja probablemente no lo sepamos hasta dentro de un par de años. Esto es exactamente lo que aconteció en el periodo Greenspan con la burbuja inmobiliaria que nos llevó a todo esto y al desarme de este desastre vía QEs en USA, Inglaterra y Japón.

Post colapso de Lehman fue tan enorme la baja en équities y el efecto riqueza negativo que la misma generó que se hizo casi indispensable reflacionar no sólo al S&P sino al mundo entero para positivizar expectativas y vía inflación de activos financieros generar la percepción de mayor riqueza por parte del consumidor global. Obviamente que esto funcionó ya que de un mínimo del S&P de 666 en Marzo del 2009 estamos hoy con un S&P obeso por sobre los 1.600 puntos.

La reflación que se origina en QEI por el 2009 ha sido altamente responsable de la estabilidad que disfrutan hoy los mercados, de eso no caben dudas y es mérito absoluto de la Fed de Bernanke. Esto explica la histórica agresividad monetaria de una Fed que vía sus tres QEs planea monetizar al mundo con unos USD TRES Trillones de Dólares lo que representa más o menos el 20% del PBI americano que ha sido monetizado y ha originado en el mercado esa necesidad de gastárselos contra cualquier activo financiero disponible.

Hasta ahora, la Fed ha escrito un capítulo brillante para la historia de la política monetaria no convencional. Pero así como ha sido brillante en reflacionar al planeta probablemente deba serlo al desinflarlo al menos gradualmente. La suba de la 10yr está capturando una saludable duda de la Fed quien sabe mejor que nadie que una burbuja nace y crece en silencio y cuando verdaderamente nos damos cuenta de que existe, nos implosiona en la cara con costos enormes.

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