Diario - 16/07/2013

Cuando la volatilidad es buena noticia

Parecería que el mercado vía volatilidad de yields, monedas y commodites entre otros, está pagando el costo de una incipiente normalización en el mercado monetario que será probablemente muy gradual y muy prolongadas. Sin embrago, desde que Bernanke pronunció la palabra “tapering de QEIII” los mercados han entrado en un sendero de volatilidad que hace más de un año no observábamos. Y a pesar de los distintos comentarios dovish (laxo monetariamente) que ha efectuado Bernanke desde la sugerencia del tapering de QEIII (desaceleración de QEIII) la yield a 10 años ha entrado en un sendero claramente ascendente y con alta volatilidad relativa a lo dormida que estaba esta tasa desde el inicio al menos de QEIII.

De golpe lo primero que uno mira al iniciar su mañana es la 10yr yield en USA tal como solía ser el caso antes de que esta crisis comenzase. Y obviamente, si esta yields comienza a cambiar de dinámica el resto de los activos deberán ajustarse a lo que parece ser una nueva realidad de abandono de tasas mínimas. Parecería que los mercados han dejado el equilibrio que caracterizó al periodo 2009/2012 y se han animado a converger a uno nuevo cuyas características definitorias recién estamos conociendo.

También es cierto que cuando los mercados deciden saltar de un equilibrio hacia otro, normalmente no lo hacen en forma gradual, por el contrario dichos cambios que cuestan por lo que se hace muy necesario en esta etapa de la crisis replantearse estrategias de posicionamiento que han quedado aceptadas casi por costumbre desde el 2009.

Pero también es cierto que este dolor en alguna forma debe ser bienvenido (mejor si no te garra largo duration) en el sentido que no se puede vivir en estado de coma in eternum y cuanto antes los mercados comiencen un sendero de normalización mejor. La normalización gradual de la política monetaria de la Fed parecería ser su principal objetivo: convencer al mercado que de a poco se irá corriendo de escena pero al mismo tiempo asegurarle que dicho alejamiento no será traumático ni súbito. A futuro entonces, digamos tres años más, es lógico seguir imaginando un política monetaria desde la Fed que si bien seguirá siendo muy laxa irá perdiendo intensidad en el intento de normalizar una intervención monetaria que por momentos da la sensación de ser explosiva.

Pero si bien a nivel macroeconómico es muy razonable ver a una Fed preocupada en la estabilidad del mediano plazo, lo que parecería ir quedando claro es que el mercado de bonos al menos se encamina a un claro y nuevo equilibrio: tasas gradualmente más altas. En este nuevo potencial equilibrio será claro el cambio en los precios relativos entre los distintos grupos de activos: un Dólar americano lentamente más firme, bonos sobre la par lentamente desapareciendo y commodities bajo una razonable pero persistente presión a la venta parecerían comenzar a ser las características de esta transición a un nuevo equilibrio.

Tengo la sensación de que a esta altura del juego parece muy razonable comenzar a imaginar la convergencia a un nuevo equilibrio a dos años vista y posicionarse en consecuencia. Parecería que la estrategia de “buy and hold” que tan rentable ha sido para posiciones de renta fija en estos últimos años está siendo claramente cuestionada. Esperar versus seguir acumulando carry ante el riesgo de una persistente baja en el precio de los bonos parecería estar sesgado en favor del último.

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