Diario - 22/08/2013

¿Por cuánto más viento a favor en emergentes?

Antes de comenzar con el Diario, les comento que hoy por la tarde a las 1930hs. estaré dando una charla en la Universidad Di Tella con el objetivo de presentar el Programa de Mercados Financieros Globales que dictaré a partir de octubre. El objetivo del mismo que tendrá una duración aproximada de 20 horas será analizar mercados y estrategias de posicionamiento en el mercado local e internacional con un enfoque estrictamente aplicado de asset management. Los interesados podráninscribirse a partir de este link.

La Fed tiene muy claro que el aspecto negativo de tanta política monetaria laxa es que probablemente esté generando una excesiva toma de riesgo por encima del óptimo social: sólo dos meses atrás, encontrar un bono debajo de la par se había tornado en una misión imposible. El hecho de que el mercado sienta que podés comprar sin riesgo a la baja sin dudas es la misma receta que la del 2000/2001 y todos sabemos cómo terminó “el experimento Greenspan”. Sin embargo, para salir de la burbuja de viviendas se creó actualmente la burbuja de los Treasuries Americanos y precisamente Bernanke comenzó a mover en la dirección correcta para el desarme gradual y a muy largo plazo de la misma, “para que no se note”.

Quizá sea saludable plantearse hoy con un S&P claramente sobre los 1.600 puntos hasta dónde están llegando las distorsiones de tanta política monetaria laxa. Si bien es cierto que la política monetaria implementada por la Fed desde el 2007 ha permitido generar un shock positivo de expectativas y de esa forma transitar un escenario débil a nivel de economía real en forma mucho más atenuada, también es cierto que la permanente noción del Put Gratis de Bernanke estuvo impidiendo la valuación sincera en el mercado de activos financieros de la realidad que nos tocará vivir por la próxima década.

Quizá estemos ya en presencia de una Fed cambiando su retórica y sonando relativamente más hawkish (restrictiva a nivel monetario). Quizá nos estemos acercando a un punto donde el mercado decidirá desarmar el paradigma actual y moverse al polo opuesto con un enorme impacto de corto plazo en commodities y por ejemplo, en economías emergentes que hasta ahora han visto sólo el lado positivo de tanto moral hazard. Alguna vez, la economía real le cobrará a los emergentes la distorsión actual vía un ajuste sustancial en commodities.

Es lógico suponer que a esta altura hasta el bear (pesimista) más empedernido comprende que no se puede luchar contra un Banco Central, en especial si ese Central es la Fed y muy en especial si su Chairman es el más dove (laxo) de la historia. Para un país como Estados Unidos cuyos ciudadanos ahorran relativamente más en équities, “inflar nominalmente” al mercado de acciones de Estados Unidos tiene un impacto positivo en el consumidor vía efecto riqueza.

Pero en economía todo tiene un costo: uno puede decidir ignorar ciertos costos pero a la larga la economía real se encarga de pasar la factura. Quizá el ejemplo más elocuente en este sentido sea la burbuja que explotó en el 2007. Por evitar recesiones razonables por el año 2000/2001 se decidió en ese entonces ser muy agresivo a nivel de tasas bajas en Estados Unidos y eso alimentó una burbuja que explotó por el 2007/2008.

Impedir sistemáticamente que el mercado siga su curso natural y limpie perdedores tiene efectos que quizá no se notan en el corto plazo pero a la larga terminan haciéndose sentir en la economía real. Las recesiones juegan un rol formidable en un sistema de mercados: limpian al sistema de perdedores y por lo tanto, lo oxigena. La Fed a todo esto lo tiene muy claro y su gradual cambio de retórica sin dudas apunta a una Fed que de a poco comienza otra vez a mirar el mediano plazo y a soltarle la mano a los mercados en el corto.

¿Tendrá sentido en este contexto comenzar a tradear relativamente emergentes?

Fuente de la imagen

Dejá tu comentario

(*) los campos son requeridos