Diario - 02/10/2013

2013: Un Año Selectivamente Bearish

El 2013 ha sido un año crónicamente bullish (optimista) y el riesgo ha sido claramente ignorado y subvaluado. Otra vez más, los bears (pesimistas) han sido fulminantemente vapuleados por un mercado que, alimentado por QEIII desde la Fed y otro tanto desde Japón e Inglaterra han reflacionado imparablemente. El 2013 ha sido un año muy cruel para los pesimistas aun con suba de tasas. (Managerial Finance en la UTDT: Una NUEVA forma de enseñar Finanzas en Argentina)

Pero si uno mira la economía real no hay demasiadas razones para estar tan optimistas. Las principales escomías del mundo muestran un débil ritmo económico y Europa con sus dramas no resueltos de siempre, porque recordemos que a pesar de la euforia de los últimos meses en los mercados de deuda PIIGS, la raíz del problema está en lo fiscal y en eso se ha avanzado poco todavía. Sin embargo, a los bulls (optimistas) nada les importa y llevaron la 10yr. de Grecia a sólo 10%. Obvio, en un mundo en donde el resto rinde 3/4/5% con suerte, Grecia al 10% parece una uva irresistible caída del cielo. (NUEVO Seminario de Trading Electrónico en la Maestría en Finanzas de la UTDT)

La economía nominal se ha convertido en el paraíso de los bulls (optimistas) aunque hay que reconocer que este año ha sido selectivamente bullish. Si te agarró long bonos en moneda local de emergentes, o long oro, o long plata o long monedas emergentes, o long commodities en general, el 2013 ha sido un año duro y complicado, a más de uno ya lo han sacado en camillas presa de la duration y la volatilidad cambiaria. (La Maestría en Finanzas de la UTDT anuncia su nueva Rama: “Law & Finance”)

¿Qué más se les puede pedir a los principales Centrales del mundo?: hay QEs de todos los tamaños y monedas. USA, Japón, Inglaterra, todos ultra-dovish (laxos monetariamente) bañando al mundo de dinero papel y tasa cero. Por lo tanto, un bear (pesimista) en general mira a este mercado y se frustra permanentemente y sin consuelo, luchar contra la relación de la Fed es virtualmente imposible. De hecho los bears (pesimistas) se han convertido en una especie en estado de obvia y elocuente extinción. Ser bearish (pesimista) en estos mercados simplemente “ya no es fashion”, es anticuado, lo aceptado es festejar las reflaciones inducidas por Bernanke y sus amigos doves de la Fed. (NUEVO Curso MFIN UTDT: Modelos Financieros Aplicados en Excel)

Es obvio que la economía real ha quedado muy relegada y muy detrás de las variadas formas de intervención que los distintos Centrales del mundo han diseñado desde el 2007. El razonamiento es altamente primitivo pero no hay con qué lucharle: ¿para qué vendernos si detrás se viene un tsunami monetario de algún Central? Shortearse este mercado (jugarle en contra) virtualmente es ponerle el pecho a un Central con capacidad infinita de emisión: grave error, los mercados financieros no son un juego de valientes sino de astutos. Desde el 2009 que ser bearish en forma sistemática y generalizada ha sido la peor estrategia posible, estar largo riesgo siempre pagó. Aun cuando es cierto que el 2013 ha dado chances al menos de ser “selectivamente bearish”. (Estructura de la Maestría en Finanzas de la UTDT 2014)

En un mundo en crisis es de sustancial importancia tener muy en cuenta la intrínseca inestabilidad del sistema. El mismo de estable puede casi de golpe tornarse en explosivo y para ello basta solamente recordar que Grecia en el 2010 generó el “Flash Crash” con el Dow colapsando 9% en menos de diez minutos. Comenzando con Bernanke en el 2008 y seguido por casi todos los centrales del G10, los mismos se han convertido en amortiguadores al menos de corto plazo de todo lo malo/mediocre que proviene desde la economía real. Cada mala noticia real se intenta neutralizar por medio de alguna distorsión evitando de esta forma que el mercado descuente sinceramente el equilibrio general actual.

De esta forma, para un mundo con clara ilusión monetaria es fácil contagiarlo de “optimismo nominal” cuando los anuncios de cada paquete distorsivo se festejan instantáneamente reflactando activos financieros. Y todo esto pesa decisivamente en la intención de la Fed de ejecutar finalmente su tan mentado QE Tapering.

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