Diario - 29/10/2013

Devaluación, Dólar Blue, Inflación y Tasas de Interés

 

Este jueves, iniciaré el Ciclo de Clases Abiertas en la Maestría en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella (inscripción)

Esta es una de las grandes preguntas que se hacen los inversores actualmente en Argentina, quién le ganará a quién en 2014: devaluación del dólar oficial, dólar blue, inflación o tasas de interés en pesos. Argentina vive en un entorno caracterizado por expectativas inflacionarias y además por expectativas devaluatorias en el dólar oficial ambas generando incertidumbre y frenando decisiones de inversión que en última instancia redundan en la generación de empleo. Urgencias de cortísimo plazo aparte, el atraso cambiario que enfrenta el país ha impactado a una parte importante del sector exportador en dos frentes: a) se ha perdido rentabilidad, b) se ha perdido competitividad internacional. (Management en Finanzas, una NUEVA forma de enseñar Finanzas en Argentina)

Respecto a la rentabilidad, se enfrentan costos locales que crecen al ritmo inflacionario mientras que los ingresos derivados de las exportaciones lo han hecho por mucho tiempo al ritmo de la devaluación del tipo de cambio oficial la cual ha sido sustancialmente inferior a la tasa inflación. Recién a partir de los últimos meses del 2013, el dólar oficial ha incrementado su tasa de devaluación en una decisión correcta de recomponer rentabilidad y competitividad aun cuando el recorrido que debería hacer el tipo de cambio oficial es mucho más largo que el conseguido en el 2013 y siempre que en dicho intento se frene al dólar blue y en esto último las tasas de interés juegan un rol indispensable. (Nuevamente, resulta indispensable estudiar Finanzas en Argentina)

Devaluar al dólar oficial sin conseguir con ello un achicamiento de la brecha cambiaria no sirve y terminará generado más problemas que soluciones, es por eso que a la decisión de incrementar el ritmo devaluatorio durante 2013 todavía le falta un complemento indispensable: tornar positiva a la tasa real en pesos, es un error pensar en equilibrio parcial. La recomposición de precios relativos debería hacerse pensando en equilibrio general y en dicho equilibrio se deberían considerar al menos cuatro componentes: a) devaluación del oficial, b) inflación, c) dinámica del dólar blue, d) tasas de interés. Si las tasas de interés no se acoplan a las otras tres variables difícilmente la devaluación del oficial corrija el problema con un agregado: se corre el riesgo de que lo agudice. (NUEVA Estructura de la Maestría en Finanzas de la UTDT)

En este contexto, se hace razonable esperar un tipo de cambio oficial que siga devaluándose más rápido que la tasa de inflación como una estrategia razonable de mediano plazo que mejore rentabilidad y recomponga competitividad externa. Pero si esta estrategia no es acompañada por una suba considerable de tasas de interés en pesos bien podríamos observar una escapada del blue al menos a la velocidad a la que se termina devaluando en dólar oficial lo cual neutralizaría la decisión original. (La Maestría en Finanzas de la UTDT anuncia su nueva Rama: “Law & Finance”)

Sería razonable implementar una política de devaluación del dólar oficial agresiva pero complementada con una suba de las tasas en pesos de esa forma mientras la devaluación sube el piso del oficial, las tasas se encargarían de fijar un techo al blue. El resultado sería un acortamiento de la brecha cambiaria, un incremento de rentabilidad y de la competitividad de las exportaciones a nivel internacional. Obviamente que la generación de empleo no será neutral a este accionar y muy probablemente sea impactado en forma distinta en el corto y largo plazo. (NUEVO Seminario de Trading Electrónico en la Maestría en Finanzas de la UTDT)

Recomponer la relación dólar oficial, dólar blue, inflación y tasas de interés, costaría empleo en el corto plazo sufriendo principalmente por la suba de tasas. El empleo perdido podría recuperarse luego mientras las exportaciones reaccionen a la mejora de competitividad lo cual no es un proceso inmediato, lleva tiempo. Este proceso de devaluación y suba de tasas sería el inicio de un cambio en la estructura de precios relativos y sus impactos microeconómicos se harían sentir, pero lentamente.

Tengo la sensación de que devaluar sin utilizar un política complementaria de suba de tasas lo único que terminaría haciendo es recalentar al dólar blue y a la inflación, escenario no deseado en esta coyuntura. Vuelvo a insistir con un concepto que mencioné en artículos anteriores: se hace necesario generarle un competidor al dólar blue, se hace necesario que el ahorro en pesos se perciba por los agentes económicos como una alternativa de refugio de valor frente a la devaluación e inflación esperada. En este contexto y a pesar de los costos en empleo y crecimiento en el corto plazo, si se implementase una estrategia de devaluación del oficial complementada con un aumento sustancial de la tasa de retorno real en pesos, Argentina podría comenzar el largo camino de recomposición de precios relativos con un final auspicioso al final del túnel. Pretender salir de la trampa en la que se convirtió el cepo sin costos, es imposible. (NUEVO Curso MFIN UTDT: Modelos Financieros Aplicados en Excel)

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