Diario - 05/11/2012

Se hace importante analizar el comportamiento del viernes post-NFP

La semana anterior fue una caracterizada por muy buenos datos macroeconómicos desde Estados Unidos. Por citar algunos, el ISM y el Índice de Confianza del Consumidor del jueves salieron sólidamente bien y para cerrar se vio un razonablemente buen número de generación de empleo mensual (NFP: non-farm-payrolls). En este contexto, el Dólar se apreció consistentemente durante toda la jornada del viernes contra todos los grupos de activos y esto es precisamente lo que quiero resaltar hoy.

Cuando en el contexto actual el Dólar ralea contra todo (commodities, monedas, équities) la lectura apunta claramente hacia el acortamiento del QEIII que actualmente está priceado en el mercado. Y recuerden que este mercado hace desde junio que viene descontando QEIII, ¿puede entonces existir un sobredescuento a los niveles actuales? (¿Cuánto creen los Futuros de LIBOR en Bernanke?)

En este sentido es importante analizar dos escenarios distintos, con implicancias casi opuestas pero ambos caracterizados por un aspecto en común: apreciación del Dólar.

Escenario 1:

1.Dólar se parecia
2.Oro se deprecia
3.Euro se deprecia
4.Yen se deprecia
5.S&P SUBE

Si ese hubiese sido el comportamiento del mercado uno podría concluir que la mejoría que se percibe en la economía americana es lo suficientemente sólida como para traducirse en un Dólar más fuerte pero en un entorno de équities positivo, el QEIII en este caso sería reemplazado por mayor crecimiento lo cual es buena noticia para el équity. Precisamente, ese entorno de S&P positivo se explica por un crecimiento esperado suficientemente sólido “que se banque” una salida antes de tiempo en QEIII.

Escenario 2:

1.Dólar se parecia
2.Oro se deprecia
3.Euro se deprecia
4.Yen se deprecia
5.S&P BAJA

Este es el escenario que se observó el viernes pasado post-NFP. Todo se vendió contra el Dólar. Quizá entonces el mercado haya intentado pricear lo siguiente: una recuperación mediocre pero lo suficientemente importante como para frenar antes de lo que se tenía descontado al QEIII que esta vez tiene final abierto. En este caso el crecimiento no es lo suficientemente importante como para “bancarse una salida prematura de QEIII”.

Lo paradójico de esto es que quizá bajo QEIII los mercados se concentren más en los datos macroeconómicos que lo ocurrido en sus dos predecesoras: QEI y QEII. Es su final abierto el que casi permanentemente planteará el mismo interrogante: ¿QEIII o no QEIII?

Y una cosa más: si a lo acontecido el viernes uno le suma los pronósticos que las compañías han estado informando al mercado el cual se ha caracterizado por debilidad en la generación de ingresos se podría entonces ir cerrando un view de lenta recuperación lo suficientemente fuerte como para reducir QEIII en el tiempo pero lo suficientemente débil como para alimentar un rally sostenido del S&P (y activos de riesgo en general) desde estos niveles. Veremos si las elecciones de mañana martes refuerzan o no esta reacción del viernes.

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