Diario - 25/03/2013

Acuerdo en Chipre: ¿hay algo para festejar?

Me pregunto: si al final todo se resuelve con un bailout (salvataje), ¿por qué entonces no anuncian un open-ended-bailout global y nos vamos a casa? Vamos, venimos, amagamos, y al final siempre te anuncian un mega-salvataje. Lo de Chipre es un ejemplo más de un patrón interminable iniciado en 2008.

Pero…..¿a pesar del acuerdo en Chipre, qué asegura que los depositantes que safaron de la confiscación no vayan a salir corriendo del sistema financiero cuando los dejen? Con acuerdo o sin acuerdo, el daño en confianza está hecho y es irreversible.

He visto muchas crisis en emergentes, he visto marchas y contramarchas inesperadas de todo tipo, pero nunca me tocó observar un “auto-corralito potencial” y esto es precisamente lo que está en juego en Chipre con un potencial efecto derrame al resto de Europa a pesar del acuerdo anunciado anoche domingo. Con acuerdo o sin él, con detalles o sin ellos, que se haya tenido que discutir semejante tontera no hace más que reflejar una abominable improvisación en el seno más íntimo de la Unión Europea y esto ocurre a seis años ya de la crisis: la burocracia europea no aprendió nada durante esta crisis. Con acuerdo o sin él queda claro que Alemania sigue muy firme en su intención de no conceder ningún tipo de bailouts (salvatajes).

Para los que todavía no se convencen de que Europa quedó atrapada en una guerra de monedas les paso este dato: la tasa de desempleo en USA se redujo del 10.20% en su máximo de la crisis al nivel actual del 7.70%. Europa por el contrario subió de un aproximado 9% a niveles superiores al 11%. Mientras Japón y USA tienen tasas de referencia al 0%, Europa sigue relativamente hawkish con tasa del 0.75%. Mientras a USA y Japón lo preocupa la deflación, a Europa lo preocupa la inflación. En este contexto de tantos desaciertos no sorprende ver a Europa embarcada en un ciclo recesivo cuando la economía americana sistemáticamente se direcciona a una lenta normalización.

Los mercados se han acostumbrado a dos cosas: un permanente desacierto europeo y su correspondiente neutralización desde la Fed de Bernanke y los recientes eventos en Chipre vuelven a describir a un bloque que improvisa con total despreocupación del nocivo impacto que dicha señal puede generar en expectativas.

QEIII no sólo reflacionó al S&P, que la 10yr. de Grecia esté en 10%, que Portugal rinda 6% y que España e Italia lo hagan en la zona del 4.70% es también el reflejo reflacionario de los 85.000 Millones que Bernanke inyecta vía QEIII todos los meses. Europa no ha solucionado los aspectos fundamentales de su crisis, se niega a hacer política monetaria heterodoxa “a lo Japón, Inglaterra o USA” y convenientemente se ha beneficiado otra vez más del tsunami monetario creado desde la Fed.

El mercado se acostumbró a esperar simultáneamente dos cosas: un permanente desacierto europeo y su correspondiente neutralizador desde la Fed. Cada error proveniente de la Zona Euro (y Chipre es sólo el último en una serie infinita de desaciertos) ha sido neutralizado por un acierto equivalente de Bernanke. Europa sigue sin comprender que el principal rol de un shock monetario no es el de solucionar un problema sino el de comprarle tiempo al paquete alternativo para que eventualmente lo solucione. Está muy bien que el énfasis europeo sea el fiscal, pero el error radica en que al ajuste se lo está dejando sólo sin un amortiguador monetario. Europa es el gran free-rider monetario de esta crisis: en lugar de observar QEI en Europa, paradójicamente vimos QEIII en USA.

En el actual contexto de bajo crecimiento en el G2 (USA y Europa), los dos bloques están adoptando enfoques radicalmente opuestos y con resultados evidentemente diferentes. Estados Unidos haciendo política monetaria heterodoxa e históricamente expansiva y su economía real reaccionando consistentemente. Europa, incomprensiblemente sigue insistiendo en un ajuste fiscal el cual evidentemente viene teniendo consecuencias contractivas: mientras USA lentamente está entrando a una fase expansiva, Europa padece de recesión. Ser fiscalmente ortodoxo en un contexto recesivo es un grave error y generará el fracaso de cualquier plan que se intente delinear sólo en esos términos sin un socio monetario.

Europa debería implementar una combinación de política monetaria históricamente agresiva y heterodoxa en el corto plazo para comprar tiempo y dejar que su política fiscal austera termine colocando a la Europa PIIGS en un sendero estable. A lo largo de estos cinco años, Europa ignoró por completo el impacto positivo que una política monetaria agresiva genera sobre los agentes económicos vía expectativas.

Recuerden que Grecia sigue siendo un grave problema sin solución y claramente está en un sendero inestable y que una segunda reestructuración es casi inevitable a los efectos de equilibrar su dinámica de deuda/crecimiento. Lo de Chipre no hace más que reciclar viejos fantasmas de una Europa medieval a nivel monetario, con acuerdo o sin él, la señal de todas formas ha sido pésima.

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