Diario - 24/01/2022

Caos y pánico: un mercado esquizofrénico y sin ancla a la espera de la decisión de la Fed de esta semana

El bosque: los activos financieros del sector privado de Estados Unidos (tenencias en monedas, depósitos, acciones y otros securities, sin incluir mercado inmobiliario) son actualmente 6 veces el PBI de Estados Unidos. Si bien Biden parecería estar preocupado porque la aceleración inflacionaria le estaría restando votos, un colapso de burbuja sería apocalíptico en lo económico y en lo político para los demócratas. La Fed no tiene mucho espacio para sonar restrictiva a pesar de todo lo que se viene diciendo desde comienzo de enero 2022. Esta burbuja por definición y por supervivencia, no puede implosionar. Literal.

Antes de comenzar es útil recordar que el RSI es un indicador que debajo de 30 indica severa sobreventa. Enero arrancó con un castigo literalmente bestial para todos aquellos stocks que fueron los preferidos de la pandemia. Sólo en el mes de enero, o sea, en dos semanas, los retornos de los siguientes papeles son:

  • Moderna -36% (RSI 24)
  • Shopify -35% (RSI 20)
  • Roblox -33% (RSI 26)
  • Block -26% (RSI 20)
  • Zoom -19% (RSI 22)
  • Peloton -24% (RSI 35)
  • Coinbase -24% (RSI 26)
  • Docusign -24% (RSI 23)
  • Amazon -15% (RSI 21)
  • Robinhood -27% (RSI 23)
  • Netflix -34% (RSI 10)

En esta coyuntura y ante un temor abismal respecto a lo que la Fed pueda decidir en materia monetaria, los datos de la semana pasada siguen describiendo una realidad iniciada en noviembre 2021: la economía norteamericana se está desacelerando aspecto que sería inconsistente con tanto hawkishness (restricción monetaria) descontado actualmente en el mercado. Además, la temporada de reporte de resultados no comenzó de manera optimista indicando quizá que la desaceleración es más evidente a lo que los mercados descuentan lo cual debería deprimir a las tasas largas aun en pleno QT (Quantitative Tightening, o en criollo, el anti-QE) a fines de año. Tres papeles que han reportado por debajo de lo esperado fueron triturados: Goldman Sachs, JPM y por sobre todo, Netflix que ha tenido una semana apocalíptica. En este contexto se hace difícil imaginar que la Fed pueda articular una política monetaria tan restrictiva como el mercado espera actualmente. Y en esta coyuntura se nos viene la decisión de política monetaria de la Fed el miércoles por lo que esta semana puede ser aún más caótica que la anterior. El equilibrio general de la economía norteamericana nos podría estar diciendo: “ojo que la Fed va a empezar a subir tasas enfriando la economía justo cuando dicha economía ya se viene desacelerando aumentado la probabilidad de condenarla a una recesión”.

En medio de esta locura el mercado se ha quedado temporariamente sin ancla debido a una Fed que no sabe exactamente qué hacer en los próximos meses.

  • Wall Street teme a excesiva presión en la parte corta de la curva (actualmente descontadas 8 subas de tasa de referencia en los próximos dos años). ¿OVERSHOOTING?
  • Wall Street también teme a excesiva presión en la parte larga de la curva de la mano de un QT (Quantitative Tightening) potencial cuyo tiempo y velocidad se desconocen. ¿OVERSHOOTING?

Ante esta duda y frente a una economía norteamericana que se viene desacelerando desde noviembre 2021 quizá el mercado haya hecho un fuerte overshooting (sobrerreacción) en cuanto a lo restrictiva que efectivamente podrá ser la Fed en 2022. Quizá la temporada de reporte de resultados iniciada el lunes pasado sea otro indicador que nos insinúe sobre la desaceleración que se viene observando en Estados Unidos lo cual debería frenar a la Fed en materia de tasas a menos que quiera llevar a la economía norteamericana directo a un recesión de fin de año. En este contexto y a pesar de todos los vaticinios en contra, parecería que la curva de tasas seguirá horizontalizándose frente a una economía que se desacelera de manera natural con el embate adicional de una Fed restrictiva llegando tarde y a quien la corre una inflación que no afloja y un Biden que viene perdiendo feo en las encuestas siendo la inflación una de las principales razones. Pero si esta burbuja llegase a pincharse, habría una razón mucho más significativa para que Biden siga colapsando en las encuestas.

Los niveles de sobreventa de algunos papeles norteamericanos son llamativos y mas aun con la velocidad a la que se llegó a estas cifras.

  • El RSI del QQQ (ETF que replica acciones tecnológicas en USA) es de 26
  • El RSI del SPY (ETF que replica al S&P de USA) también está en 26
  • El RSI del DIA (ETF que replica al sector más cíclico de USA, el Dow) está en 27
  • El RSI de Netflix está en 10, el de Goldman Sachs en 27, el de JPM en 27, el de Microsoft en 30, el de Google en 28, el de Amazon en 21 y el de Apple en 35

Una verdadera tragedia de verano. Y en el peor punto de la crisis COVID en febrero 2020, los RSIs del QQQ, SPY y DIA eran:

  • 26 en febrero 2020 vs 26 de hoy para el QQQ
  • 20 en febrero 2020 vs 26 de hoy para el SPY
  • 17 en febrero 2020 vs 27 de hoy para el DIA

Todos estos indicadores se acercan a los niveles de locura de sobreventa de febrero 2020 debido a una Fed que se pondría restrictiva y que de acuerdo con este selloff “asesinaría” a su creación más cuidada, “la burbuja en équity”. Hay cosas que no me cierran. Al mismo tiempo, los tres índices relevantes del mercado accionario de Estados Unidos (QQQ, SPY y DIA) han quebrado la media móvil de 200 días y una enorme cantidad de papeles ya está en bear market. A todo esto se le suma que el viernes pasado expiró una cantidad bíblica de opciones y encima esta semana las tecnológicas grandes reportan resultados más una Fed decidiendo en la parte corta y larga de la curva. Tremendo combo de locura con el que comenzó un 2022 que promete ser brutal y bestial.

Para analizar desaceleración esperada en la economía norteamericana se hace relevante considerar la dinámica en la pendiente de la curva de tasas de interés.

  • El spread entre la tasa de 10 años y 2 años comenzó el año en 80 basis, trepó a 89 basis y hoy está en 75 basis o sea, 5 basis abajo del cierre del 2021
  • El spread entre la tasa de 30 años y la de 5 años comenzó el año en 64 basis, trepó a 71 basis y actualmente está en 53 basis o sea, 11 basis abajo que al cierre del 2021

De esta forma, el mercado de bonos está anticipando una desaceleración que sigue horizontalizando la curva y me da la sensación de que dicha horizontalziación le sacará grados de libertad a la Fed para enfriar la economía y con ello intentar desinflacionarla. A pesar de una inflación alta en Estados Unidos, la economía norteamericana se está desacelerando y eso lo viene priceando la pendiente de la curva que no puede acompañar el salto en tasas. Esta desaceleración podría ser más evidente en los próximos meses aspecto que le restaría grados de libertad a la Fed para ser tan agresiva en sus subas esperadas de tasa de referencia y en su QT cuyo inicio y agresividad se desconocen. Es probable que la Fed suene mucho más hawkish (restrictiva) a lo que efectivamente articule pero para saberlo deberemos esperar meses y frente a nosotros tendremos la locura de Wall Street que se quedó temporariamente sin el Put de la Fed y empezó a romperlo todo como en diciembre 2018. Será clave en los próximos meses los datos que se publiquen sobre inflación y nivel de actividad económica en Estados Unidos.

Al igual que en la crisis 2008, en esta crisis COVID 2020 la Fed se plantó a hacer una política monetaria históricamente agresiva planchando la parte corta de la curva llevándola a 0% y ejecutando el misil monetario final, Quantitative Easing 4, o lo que es lo mismo, la compra de bonos soberanos largos de Estados Unidos contra la mega emisión de dólares. En la crisis anterior el tamaño de los tres QEs (QE1, QE2, y QE3) fue de aproximadamente USD 4.5 Trillions. En la crisis actual, el QE4 ejecutado por Powell asciende a aproximadamente USD 4.5 Trillions pero en este último caso la velocidad de inyección monetaria ha batido todo récord histórico comparable. Ahora la Fed estaría cambiando ambos parámetros: subiría la tasa de referencia por sobre 0% y comenzaría a absorber parcialmente lo emitido por QE4 vía QT a fin de año. Obviamente, lo va a realizar de manera gradual, pero el mercado parecería esperar que la Fed rompa todo para desinflacionar, lo cual me parece ridículo.

La principal razón es que inflacionar activos financieros resulta clave para un país como Estados Unidos que ahorra preferentemente en acciones. La inflación de activos financieros genera un efecto riqueza positivo que potencia al consumo y, por lo tanto, a la recuperación económica. Los incentivos de la Fed quedan alineados totalmente con el del ahorrista norteamericano, ambos queriendo que todo siga subiendo por años aún a pesar de una inflación que se le viene acelerando a la Fed y que lejos está de ser transitoria como vino anunciando durante todo el 2021. De todas formas no me sorprendería que la Fed amague más de lo que efectivamente ejecute a nivel de restricción monetaria para el 2022. El objetivo principal será el de preservar a la burbuja de activos financieros siendo la inflación una variable importante pero relegada a segundo plano a pesar de toda la locura actual. Estamos ya en 2022 con la Fed habiendo inyectado al mercado un misil monetario con una velocidad nunca vista antes, con un mundo que encontró varias vacunas contra el COVID y una Fed con un ojo puesto en la burbuja y otro en las distintas medidas restrictivas que deberá ir ejecutando a la luz de una inflación que sin ser dramática, es ya un severo problema que le viene restando votos al Presidente Biden y se vienen en 2022 las elecciones de mitad de término. Yo a Biden le diría al oído y con sumo respeto: “ojo que no se te pinche la burbuja en tu intento de frenar la inflación porque si eso ocurre sos mega-boleta”.

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