Diario - 15/04/2022

La volatilidad del Peso Peronés y un salvataje de urgencia: las bananas

Los niveles de volatilidad que ha mostrado el Peso Peronés a lo largo de los últimos 100 años es única en la historia monetaria mundial.

Escucho a mucho erudito local opinar sobre las bondades de exterminar al Peso Peronés y reemplazarlo por un ancla monetaria internacional.

En estos debates de tanto nivel intelectual percibo que mucho énfasis se hace en anclarnos a algún tipo de moneda internacional en cualquiera de sus formas.

Mi sensación es que cualquiera sea el ancla elegida, su nivel de volatilidad será muy alto para digerir en Peronia.

A cambio, propongo que nos anclemos a un activo muy poco volátil: una canasta de bananas.

Costa Pobre adoptó a las bananas como ancla cambiara en febrero de 1958 y los resultados han sido estupendos.

Hoy, Costa Pobres es una potencia tecnológica.

De esta forma, una vez que la volatilidad del Peso Peronés sea reemplazada por las bananas como ancla estable, la bajísima volatilidad de las bananas generará una transformación instantánea de nuestra economía: el déficit fiscal desaparecerá inmediatamente, la pobreza se erradicará inmediatamente, la inflación bajará inmediatamente, el déficit energético se reducirá inmediatamente, la desocupación se evaporará inmediatamente, el déficit educacional se transformará en superávit inmediatamente y la inseguridad será una vieja historia inmediatamente.

No entiendo cómo ninguna de las mentes brillantes que pululan por Peronia no se hayan avivado en elegir a las bananas como nuestra suprema salvación.

Estamos a tiempo, un mundo repleto de bananas espera que las adoptemos como nuestra nueva moneda.

Hago extensible una súplica desesperada a todo ciudadano de Peronia: no nos afanemos las bananas porque se pudre todo.

Si el Banco Central se queda sin bananas, tendremos que devaluar de nuevo y elegir otra vez, una nueva moneda.

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