Academicas - 05/07/2022

Entre la ironía y la ingenuidad: ¿hacia el mayor error de política monetaria de la historia?

Resulta claro que la Fed (Banco Central Norteamericano) y el ECB (Banco Central Europeo) en apariencia al menos decidieron romperlo todo con el objetivo de apaciguar una inflación que irónicamente no pueden controlar, al menos en la proporción referida a shocks de oferta causados por el COVID 2020 y la guerra 2022. Días atrás, ya el ECB anunció una especie de QE disfrazado que contenga el spread entre la deuda periférica y no periférica europea aun cuando no se entiende bien todavía cuál sería la herramienta a utilizar. Europa nunca resolvió su problema de deuda soberana iniciado con la crisis griega del 2010, lo único que hizo fue emplearlo de euros y si ahora esos euros dejan de estar disponibles para seguir comprando deuda europea periférica, las tasas europeas empezaran a descontrolarse inestablemente. Las burbujas no pueden desarmarse todas juntas al menos que queramos culminar peor que en 2007. Y en este contexto, recordemos que hace menos de dos meses que el ECB había anunciado el fin de QE y parecería que ya está pensando en reiniciarlo.

Entonces, dos bancos centrales con cero credibilidad ahora nos dicen: “tranquilos, vamos a desinflacionar sin recesionar” y obviamente nadie les viene creyendo con un mercado que empieza a pricear una recesión global con mayor probabilidad de ocurrencia. Entonces, el “recession trade” (trade recesivo) podría elegir como principales perdedores a “commodities y emergentes”, dos grupos que overperformearon notablemente desde inicios de año bajo el escenario de “inflation trade” (trade inflacionario) y que suelen llevarse muy mal con recesiones globales. Parecería que el mercado se anima a mutar de un escenario concentrado principalmente en “inflación” a otro concentrado principalmente en “recesión” con rotundas consecuencias potenciales en el posicionamiento de carteras.

De esta forma, el mercado desde el último dato de CPI (inflación norteamericana) viene priceando muy agresivamente una recesión inminente ante una Fed a la que se percibe como obligada a romperlo todo con el objetivo de desinflacionar rápidamente. Esta probablemente es la razón por la cual todo el équity relacionado a commodities viene operando mucho más pesadamente desde las últimas semanas. De hecho, estos équities vienen underperformeando muy significativamente al S&P en los últimos días, lo que denota a un mercado que desde ahora no solo pricea una inflación resiliente sino además una recesión inminente a la luz de cero credibilidad hacia la Fed y el ECB. Los breakevens (expectativas de inflación) bajando a niveles de inicios de año también sugieren lo mismo: las expectativas de inflación bajan porque Wall Street anticipa una recesión cuasi inminente. ¿Romperlo todo arregla algunas cosas pero a qué costo?

Por lo tanto y a velocidad de la luz, en pocos días mutamos de un escenario de “desinflación razonable con soft landing probable” a “desinflación resiliente con hard landing inminente”. Parecería que el consenso de Wall Street es que está muy bien romperlo todo para estabilizar precios aun cuando en dicho rompimiento arriesguemos el colapso simultaneo de muchas burbujas que podrían claramente desestabilizar la economía global y llevarnos muy rápidamente a la crisis financiera del 2007. Parecería que la próxima gran víctima es el mercado de “real estate” (viviendas) el cual puede colapsar muy significativamente desde estos niveles y el cual tiene históricamente niveles enormes de apalancamiento. Quiero creer que detrás de todo lo que se dice prevalecerá la coherencia de una Fed que seguramente tiene en mente las memorias d ellos errores causados en 2007 y 2008.

La “política” de la inflación. Entonces, a la luz de tanta desesperación aparente por estabilizar precios y por lucharle a un shock de oferta bélico que no tiene solución monetaria directa, el mercado anticipa a una Fed que ha decidido romperlo todo y después verá cómo lo arregla, lo cual suena a una decisión sumamente ineficiente. En este contexto, los activos financieros no parecerían querer tener piso, todo es posible, todo puede colapsar a niveles impensados aun cuando si dicho escenario ocurriese la Fed se viese forzada a estabilizar en el otro frente: implosión de burbuja y colapso consecuente de la economía global y ahí arrancaríamos nuevamente esta vez, con QE5, lo cual suena a ridículo.

Este último escenario no es uno para subestimar y parecería que todo el establishment norteamericano lo viene haciendo de la misma forma que subestimaron la implosión de burbuja inmobiliaria a inicios de 2007 y de la misma forma que dejaron quebrar a Lehman Brothers en septiembre del 2008. La esquizofrenia del mercado proviene de la sensación de que la Fed está haciendo un histórico error de política monetaria con el riesgo de estabilizar precios pero desestabilizar al mismo tiempo a toda la economía global la cual depende de una multiplicidad de burbujas que se han ido generando desde el 2008 en donde hubo un cambio dramático en la forma de hacer política monetaria.

Los demócratas no pueden explicar el fracaso político en el manejo de la guerra. Tampoco pueden explicar el fracaso en materia de política energética norteamericana y como buenos políticos que son apuntan toda la carga sobre un Jerome Powell que parece más sumiso que otros Fed Chairmans. Europa hace lo propio: la política europea no puede explicar el fracaso de la guerra y de una política energética que por años intentó reemplazar energías tradicionales por renovables y también le cargan todo a un ECB que desde el 2010 nos tiene acostumbrados a equivocarse sistemáticamente. Un error en estos frentes desestabilizará a las burbujas y con ello a toda la economía global.

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