Academicas - 22/01/2024

Argentina en limbo K: siguen pesadas las acciones del MERVAL

El gobierno pretende un ajuste de 5% del PBI y mucho de esto se juega en la Ley Ómnibus. El tratamiento del proyecto de Ley Ómnibus entró en una etapa decisiva y esta semana probablemente sería tratado por el Congreso. Parece que una mayoría necesaria de legisladores estarían dispuestos a aprobar conceptos necesarios para llegar al tan necesario equilibrio fiscal aun cuando todavía falta un trecho y ojalá ocurra. Para el trading de bonos soberanos argentinos, lo que va a mirar Wall Street son los artículos relacionados con el paquete impositivo lo cual se asocia al tan necesario objetivo de déficit cero. Si el Gobierno es exitoso en este frente, ralearían especialmente los bonos, con una compresión adicional de riesgo país que a su vez retroalimentaría a las acciones probablemente.

Independientemente de la coyuntura inmediata de esta semana relacionada totalmente al tratamiento de la Ley Ómnibus y al paro, hasta ahora Argentina solamente es un discurso libertario y dicen que del dicho al hecho hay un largo trecho. En papel intentamos ser libertarios lo cual me parece una maravillosa idea, pero en la calle seguimos en el mismo drama K de siempre. El gobierno sigue sin poder responder el cómo y ojalá que esa respuesta venga rápido porque desde Wall Street ya nos vienen vendiendo sistemáticamente en estos últimos días, especialmente ADRs. Lo cierto es que hoy por hoy, seguimos viviendo en economía K con los mismos dilemas heredados del gobierno anterior: inflación, recesión, atraso cambiario, presión tributaria en máximos, brecha y toda ese doloroso menú tan familiar para los argentinos. Dar vuelta esta realidad lleva mucho más que un discurso y Wall Street se viene dando cuenta.

El primer contrataque populista: las cuasimonedas. El intento de emitir cuasimonedas tendría como efecto principal el de “licuar” al esfuerzo desinflacionario actual. Sin embargo, si la jugada no sale como se espera, las cuasimonedas se licuarían contra el peso y entonces, el licuado terminaría siendo el empleado público provincial de aquella provincia que eventualmente las emita. De alguna manera, volvemos al 2001 y eso no se ve bien. Eventualmente, ¿a qué paridad contra el peso cotizarían las cuasimonedas? Nadie quiere pesos y las cuasimonedas se van a anclar contra el peso obligadamente. De esta forma, las cuasimonedas serian como la derivada segunda del colapso en la demanda de dinero del peso, todo un concepto para tener en cuenta en los próximos meses. Nadie quiere pesos y muchísimo menos cuasimonedas, pero aun así, las mismas van a tener precio y van a circular si eventualmente algunas provincias deciden ir por una emisión generalizada. Las cuasimonedas son otra noticia preocupante para Wall Street dado que el Estado Nacional lucha contra la inflación pero los Estados Provinciales por ahí empiezan a emitir sus propias monedas diezmando de alguna manera el esfuerzo estabilizador original. Cosas que solo ocurren en la Argentina, un fenómeno difícil de explicar para todo humano que no haya comido dulce de leche desde chiquito.

En este contexto y a la espera de mejoras contundentes, la Argentina de hoy quedó atrapada en un limbo inflacionario en donde todo el país sufre incómodamente una realidad de fuerte suba de precios acompañada por recesión. Sin fuerte reducción del gasto todo va a fracasar de ahí lo clave que será llegar a la autonomía fiscal antes de que culmine este cruel verano. Persiste la negatividad de ADRs argentinos, siguiendo lo pesado que está operando Wall Street con excepción de las mega cap. Un evento local y otro internacional contribuyen a esta dinámica. En lo local, todavía seguimos viviendo en economía K y el tiempo dirá cuándo se aprobarán las reformas que pretende el gobierno: el mundo nos sigue mirando como al cuento de la buena pipa y ojalá esto pueda cambiar en breve hacia un rumbo liberal de la economía. En lo internacional, están subiendo las tasas largas y siempre que suben hay dolor en activos de riesgo.

Los bonos globales pudieron mantener gran parte de las ganancias de los últimos días ante el acuerdo con el FMI. El contado se vuelve a picar ante una realidad en donde todavía sobran los pesos y nos inflacionamos al 25% mensual. Me parecen muy optimistas las estimaciones de inflación del mercado (REMs), ojalá ocurra, pero no lo creo. La Argentina de hoy sigue en situación de impredecibilidad absoluta, todo puede ocurrir: lo malo y lo bueno. En papel intentamos ser Australia, pero en la realidad seguimos siendo una economía altamente socialista. Wall Street pregunta: ¿cuánto tiempo se van a tomar para aprobar el DNU y ley ómnibus? Mientras no exista esa respuesta, Wall Street seguirá vendiendo acciones argentinas y el peso. La buena noticia es que esta semana que comienza será una de definiciones en este frente.

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