Jugar al póker siempre con la misma carta ya no sirve
No caben dudas de que en estas semanas y casi sin darnos cuenta se ha iniciado un debate referido a cuánto más tiempo podemos seguir transitando un entorno en donde lo único relevante que ocurre es QE acá o allá. La especulación sobre este debate probablemente gane intensidad en la medida en que nos acerquemos al 19/6, dÃa en el que la Fed nos hará conocer su última decisión de polÃtica monetaria. Que Alan Greenspan y Bill Gross estén cuestionando las bondades de QEIII es una realidad que amerita ser tenida muy en cuenta.
Sin darnos cuenta, los mercados asiáticos comenzaron a dudar agresivamente de la efectividad del QE de Japón. Se hizo bastante común recientemente ver al Nikkei hacer selloffs muy agresivos y llevándolo casi a niveles de bear-market otra vez. Recordemos que un mercado se considera que entra en bear-market cuando de su máximo cae 20% y esto lo que el Nikkei está a punto de hacer y casi sin darnos cuenta.
Uno podrÃa preguntarse cuál es el problema del QE de Japón y quizá la respuesta forme parte del debate actual que se está dando en el mercado: ¿cuánto más QE se van a bancar los mercados internacionales? Obviamente que al ser el QEIII de Bernanke cuestionado el resto cae en la misma bolsa. Y en este sentido parecerÃa que Japón llegó tarde a una fiesta monetaria mega-dovish (laxa) que se inició post-quiebra de Lehman. ParecerÃa que el mercado está permitiéndose dudar de algo que hasta semanas atrás era incuestionable: QE para todos y en todos lados.
Lamentablemente para Japón, parecerÃa que se acordó tarde de cantarle retruco a Bernanke: la guerra de monedas que la Fed le propuso a Japón desde finales del 2008 llevó al Yen a una apreciación ridÃcula de 75 Yenes por dólar cuando su nivel pre-crisis habÃa sido de 124. Japón mucho antes deberÃa haber neutralizado la laxedad monetaria de la Fed vÃa su propio QE. Sin embargo después de tres QEs de la Fed se vino finalmente y tarde el propio del Banco Central de Japón. Sin dudas, parecerÃa que este cuestionamiento llega en un punto en donde el concepto de QE está juntando más adversarios que defensores, quizá Japón se acordó tres años tarde de neutralizar a Bernanke.
De a poco, parecerÃa que estas dudas sobre la continuidad, ritmo y tamaño de los QEs está llevando al mercado a operar en un nuevo mini-paradigma: uno caracterizado por yields más altas, por yields más volátiles, por commodities menos firmes y por un Dólar que se le está animando a ciertas monedas como el Dólar Australiano por ejemplo que en un mes perdió casi 9%.
Armar carteras en piloto automático como se viene haciendo desde el 2009 parecerÃa estar quedando fuera de moda. La generación de bonos a tasa flotante y de bonos fix to float hablan de un mercado de renta fija que de a poco se está comenzando a cuestionar si tiene sentido comprar duration 5 para llevarse una miserable yield del 3%. Como dijo Bill Gross dÃas atrás: estamos en un mundo sin carry y el problema es que el carry precisamente es el oxÃgeno que nutre a la economÃa real. ParecerÃa que finalmente los mercados vuelven a intentar debatir algo, eso aunque volátil, cruel y doloroso, es sin dudas saludable. Que el último por favor, apague la luz.