Academicas - 26/12/2023

¿Hacia un verano con 100% de inflación trimestral?

Históricamente, la inflación para la Argentina es un fenómeno multicausal: “emitimos en enero, febrero, marzo, abril, mayo, junio, julio, agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre”: doce causas. Sarcasmo aparte, la única causa de la inflación es la emisión de dinero y resulta curioso que en un país como la Argentina que hace cien años que tiene inflación todavía sigamos debatiendo semejante concepto. De aquí a dos años si hacemos todo bien podríamos aproximarnos a una inflación razonable de dos dígitos. La economía podría comenzar a recuperarse al inicio del tercer año de gestión. Es importante tener en mente que la actividad no se recuperará hasta que la inflación no haya claudicado dado que es imposible expandir y desinflacionar al mismo tiempo y en especial para un país como la Argentina con tanto exceso monetario. En este contexto escucho decir: “existen varias formas de bajar la inflación”, y mi respuesta a dicha afirmación es contundente: “no señor, hay una sola forma de bajar la inflación y es con severa restricción monetaria”.

La expansión monetaria en los últimos dos meses y medio anteriores al comienzo del nuevo gobierno, fue de 43%. Esta situación probablemente generará una altísima inflación en el verano a la cual habría que sumarle incluso el sinceramiento de precios y tarifas. Desde hoy hasta abril 2024 podríamos tener fácilmente una inflación de 100%. La inflación de los últimos doce meses fue de 160% y para los futuros doce meses podríamos fácilmente superar el 250%. Si en cuatro años terminásemos con una inflación anual de 20%, debiéramos hacerle un monumento al presidente del Central pero sin embargo, me pregunto: ¿cuántos argentinos premiarían dicho escenario?

En esta coyuntura, el BCRA define tasas en pesos cada vez más bajas, desalentando la renovación de plazos fijos. Esos pesos probablemente irán al mercado de bienes dando un impulso adicional a la inflación. Pareciera que el plan sería licuar los pasivos remunerados con una inflación superior incluso a la que se esperaba días atrás, la cual ya era altísima. Es probable entonces que vayamos hacia un overshooting de inflación más agresivo al que se pensaba originalmente. El escenario base para los próximos tres meses era aproximadamente de un 20% mensual de inflación, pero si los plazos fijos empiezan a no renovarse al menos parcialmente, se irían al dólar y a bienes en sus distintas formas generando otra presión inflacionaria que se le sumaría a las múltiples actuales. De esta forma, el sendero inicial implicaría una inflación veraniega mucho más alta y muy caliente. Las tasas de plazos fijos en niveles de 110% para un país que a doce meses inflacionará a 250% pareciera ser una invitación para rotar desde plazos fijos y comprarse cualquier activo real que proteja contra el derretimiento del peso. Entonces, si los bancos devengan al 100%, se licúan los bancos. Si los plazos fijos devengan al 110%, se licúan los ahorristas. Lo que no renueva plazo fijo se va a comprar bienes, los cuales suben de precio y licúan a Doña Rosa. Conclusion: todos los componentes del sistema económico parecieran entrar en un fase acelerada de licuación veraniega.

La experiencia de Estados Unidos con su propia inflación. La inflación minorista de USA tuvo un máximo de 9.10% en junio 2022 y actualmente se ubica en 3.10% en diciembre 2023. Le llevó a la Fed un año y medio comenzar a vencerla con subas muy fuertes de tasas de interés y arrancó en 9.10%. Argentina arranca en 160%. La Fed articuló además una fuerte baja en oferta monetaria (M2) y con un rezago de casi 18 meses comenzó a claudicar la inflación. La conclusión es sencilla: sin restricción monetaria severa, no se desinflaciona y lleva mucho tiempo lograrlo, aun haciéndolo todo bien. Finalmente, las expectativas de inflación de Estados Unidos desde un nivel de 1.70% (pre-COVID) volaron por el aire (post COVID) en 2021/2022 y con tasas de interés de punta y M2 bajando, vuelven a converger actualmente al 2.20%. La restricción monetaria sirve y genera desinflación pero lleva tiempo y dolor.

El problema de la inflación es que como todo en economía, opera con rezagos. Esto implica que aun cuando hoy mismo dejásemos de emitir, toda la inercia inflacionaria contenida en la economía argentina iría claudicando recién en unos 18/24 meses, es imposible no tener dolor como mínimo por 18 largos meses. Estamos empezando a enterarnos finalmente de las distintas secuencias correctivas las cuales parecieran estar dominadas por un claro sesgo hacia la licuación inflacionaria. Hiperinflacionar es una de las formas de intentar resolver el drama “LELIQ”, la gran pregunta es si la calle va a aguantar y si va a seguir bancando al presidente electo porque lo que se viene en el verano dolerá muchísimo.

Un comentario para ¿Hacia un verano con 100% de inflación trimestral?

  1. Antonio dice:

    Excelente german como siempre

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